La divina providencia googleiana a veces nos proporciona textos seminales. He aquí un texto del incombustible y siempre sugerente Peter L. Berger, sobre relativismo y fundamentalismo. Un saludable ejercicio de contrastación de los argumentos propios con comentarios de otros expertos. Una metodología de intercambio científico tan ausente en nuestro panorama académico...
Para quien lo quiera leer, aquí va el link:
Between Relativism and Fundamentalism: Is There a Middle Ground?
(4 de marzo de 2008)
http://pewforum.org/Between-Relativism-and-Fundamentalism-Is-There-a-Middle-Ground.aspx
Y de entremés, este fragmento traducido:
"El relativismo y el fundamentalismo parecen, a primera vista, como opuestos directamente. Más bien, creo yo, son las dos caras de una misma moneda. Ambos tienen sus raíces en el mismo fenómeno claramente moderno. La modernización progresivamente socava las comunidades cerradas en las que los seres humanos vivieron durante la mayor parte de la historia; comunidades en las que había un alto grado de consenso sobre las definiciones básicas cognitivas y normativas de la realidad. Dicho consenso provocaba que estas definiciones recibieran la condición de aquello que se da por sentado, la verdad evidente por sí mismo.
En las condiciones modernas, donde casi todos viven en comunidades en las que la diversidad ha tomado el lugar del consenso, la seguridad es mucho más difícil de conseguir. El relativismo puede ser descrito como una visión del mundo que no sólo reconoce sino que celebra la ausencia de consenso. Los teóricos posmodernistas les gusta hablar de relatos y, en principio, toda narración resulta ser tan valiosa como cualquier otra. [...] Los fundamentalistas responden a la misma situación de seguridad-escasez, tratando de recuperar la certeza absoluta sobre todos los aspectos de su visión del mundo. La duda no está permitida. El desacuerdo es un enemigo que ha de ser convertido, rechazado o, en caso extremo, eliminado. Los dos últimos siglos de historia han dejado muy claro que existen fundamentalismos seculares como religiosos. Tanto el relativismo como el fundamentalismo amenazan el orden moral básico sin el cual ninguna sociedad, y menos aún una democracia liberal, puede existir: el relativismo porque convierte la moralidad en un juego caprichoso, el fundamentalismo porque balcaniza la sociedad en campos hostiles entre sí que no pueden comunicarse."
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